Además de preparar la Eucaristía del domingo 27 de julio con una especial participación de la feligresía más mayor, y de organizar, como en años anteriores, visitas a los ancianos de la comunidad que puedan hallarse más aislados, otro gesto significativo en esta quinta edición, al hallarnos en el contexto del Jubileo de la Esperanza, sería propiciar al máximo la participación de todas las personas mayores en el acontecimiento jubilar. Entre los materiales que os enviamos encontraréis una sencilla propuesta de celebración jubilar, pensada para llevar la cercanía de la Iglesia a todas las personas mayores y para posibilitar que la misericordia del Padre sea experimentada también por aquellos que por su edad tienen dificultades para peregrinar físicamente.
Por otra parte, en el Secretariado Diocesano de Personas Mayores no concebimos la Jornada como una fecha puntual centrada en un solo día, sino como una invitación sostenida en el tiempo y en el ánimo para organizar momentos de reflexión, diálogo y convivencia dedicados a las personas mayores de la comunidad. En este sentido, cada Jornada nos enseña a reconocer su papel insustituible como custodios de la memoria, testigos de la Fe y maestros de vida.
Por ello ponemos a disposición de las parroquias nuestro Cuaderno para la reflexión, con diversidad de opciones para profundizar en el tema central de esta V Jornada. El trabajo a partir de este Cuaderno puede animarse por el equipo del Secretariado en las parroquias interesadas, o por parroquianos dispuestos y designados por cada párroco.
Agradeciendo como siempre vuestra dedicación y colaboración, quedo a vuestra disposición y aprovecho para enviaros un abrazo cordial, lleno de Esperanza en esa “revolución de la gratitud y del cuidado” de la que nos habla el Papa León XIV.