lunes, 28 de enero de 2013

Fotos y crónicas - Virgen de Czestochowa en San Fernando




               Saludo del Párroco al recibir el Icono de la Virgen de Czestochowa, Domingo 27 de Enero de 2013
                             
“¿Quién soy yo para que me visite la Madre de mi Señor?”

Con estas palabras me dirijo a la Santísima Virgen María, haciéndome eco del sentir de todos los que nos preguntamos a qué se debe que la Madre de Dios, presente en este Icono, venga a nosotros hoy y aquí, esta tarde de enero.

La Virgen, como aquella primera vez que fue a visitar a Isabel, se acerca siempre a nosotros para mostrarnos a su Hijo o para conducirnos a Él, pues Ella la misión que ha recibido del Altísimo es la de ser Mediadora de todas las gracias. En este caso, viene a mostrarnos al que es el Evangelio de la vida: Jesús, para que le escuchemos, le acojamos y lo anunciemos a nuestros hermanos.

Ella hoy, como entonces, se ha puesto en camino y no ha recorrido las montañas de Judea, sino que ha venido recorriendo distintos Continentes, distintos países, para traernos al que el hombre de hoy y de siempre, necesita, esto es, a Jesucristo su Hijo.

Hoy Europa, España y San Fernando, como Isabel la mujer de Zacarías, necesita tu ayuda Virgen de Czestochowa. Vivimos una situación de pecado social que nos imposibilita la fecundidad. Estamos inmersos en una cultura de la muerte, que nos hace no ver ni reaccionar con los medios que tenemos a nuestro alcance, para frenar la realización de tantos miles y miles de abortos como cada año conducen a niños inocentes, a los cuales se les priva del primero y del más fundamental de los derechos, como es el derecho a la vida, y se les conduce a un macabro destino, como es la muerte sin piedad.
¿Cómo es que, ante esta situación venga la Madre de Nuestro Señor a nosotros? Pues precisamente para mostrarnos la respuesta, la única vía de salvación, como es su Hijo.

Mirémosle por un momento: está sostenido por el brazo izquierdo de María, mientras que con la mano derecha nos lo señala, diciéndonos: “Jesús es el Camino”

Miremos a Jesús en brazos de María, pues nos mira también, a la vez que sostiene con su mano izquierda el Evangelio, como diciéndonos lo que luego escucharemos en la Eucaristía: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque Él me ha ungido; me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el Año de gracia del Señor”.

Sí, el Evangelio. Aquí se encuentra la respuesta a todos los interrogantes de los hombres; aquí se halla la luz, para que todo aquel que lo acoja, quede iluminado y pueda encontrar sentido a la vida, al sufrimiento, a la pobreza, a la soledad, a todo cuanto el hombre experimenta y le sobrepasa.

Cristo es Verbum domini, esto es, la Palabra que Dios dirige a todo hombre, para que “tengan vida y la tengan en abundancia”.

Te acogemos, Virgen María, que vienes peregrinando de océano a océano, en medio de las dificultades y obstáculos del camino, exponiéndote al rechazo de esta sociedad laicista y secularizada, que se niega tantas veces a recibir la persona y el mensaje de vida de tu Hijo, para conducirse de manera autónoma y bajo los criterios ateos que encierran al hombre en sí mismo, no dejándole volar alto, hacia la vocación que desde el principio ha recibido, como criatura creada a imagen y  semejanza del Creador llamado a la perfección del amor.

Te acogemos, Virgen María, aquí en nuestra humilde casa de esta Parroquia del Santo Cristo, donde un gran número de hijos tuyos se reúnen asiduamente para la enseñanza de los apóstoles, para la fracción del pan y para compartir sus bienes, como signo vivo de la Iglesia de tu Hijo.

Despierta y fortalece en cada uno de nosotros, Madre, el amor a la vida y la defensa del matrimonio y la familia, conforme al querer de Dios.

Alcánzanos la gracia de “obedecer a Dios antes que a los hombres” en la defensa de toda vida humana.

 Aviva con tu presencia en nuestra Parroquia, Señora y Madre de todos, “la conciencia humilde y agradecida de ser el pueblo de la vida y para la vida, y así nos presentemos ante todos” (EV 78). Porque “estar al servicio de la vida no es para nosotros una vanagloria, sino un deber, que nace de la conciencia de ser el pueblo adquirido por Dios para anunciar sus alabanzas” (EV 79).

Ponemos ante tus plantas la vida:

+ de nuestros niños y jóvenes,

+ de nuestros ancianos y enfermos,

+ de nuestros matrimonios y familias.

Te presentamos también la vida:

+ de nuestros seminaristas y sacerdotes,

+ de nuestra diócesis, con el Obispo a la cabeza,

+ de nuestra ciudad, con sus gobernantes y políticos,

+ de nuestra querida y necesitada nación española,

+ en definitiva, te presentamos en nuestra oración, al mundo entero, que hoy más que nunca necesita volver a Dios y dejarse conducir por Él.

Madre, Virgen de Czestochowa, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
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Pedro Mejías Rguez30 de enero de 2013 16:08
EL PUEBLO DE LA VIDA
Y LA MUJER VESTIDA DE SOL 

La Virgen de Czestochowa llegó y se fue de San Fernando. Como un rastro de perfume que no se olvida. Como un recuerdo de niñez que nos acompaña siempre. Como un instante de felicidad sin límite, compartido con la persona amada...
Permaneció solo unas horas, pero allí estábamos todos, jóvenes y mayores, defensores de la vida, para demostrarle nuestro amor. Para rezar con ella por la vida. La hemos dejado entrar en nuestra casa, ¡¡y la Virgen nos ha bendecido!! ¿como? Trayendo nuevos voluntarios a los grupos provida. Suscitando en una madre de familia la entrega definitiva en la Iglesia. Reuniendo a unas personas separadas por la soberbia. Atrayendo con su misteriosa presencia a muchos alejados. Consolando a los padres que perdieron a su hijo. Hasta sanando inexplicablemente, en Cádiz, días antes de llegar, a un recién nacido de madre polaca, que había sido diagnosticado pésimamente...Y otros milagros personales que no contaré aquí.
Todos los que estuvimos con ella tenemos un momento, una petición, una ofrenda, ¿qué instante podemos destacar si son tantos? Quizá la emocionante bienvenida de la militante de Derecho a Vivir, o la extraordinaria homilía del P. Ignacio con la que tanto gocé. O la fila espontánea de gente que la querían venerar y no acababan… O la llegada a las MM. Capuchinas junto a su reja... El recibimiento en la parroquia del Cristo, con su párroco al frente, y sus preciosas palabras. O la imagen del P. Rafael, a solas, despidiéndose de ella…
Después de la tarde gris amaneció una radiante mañana de sol, como queriendo decirnos que es Ella la que trae el Sol que nace de lo Alto, Jesucristo, el Señor de la Vida. Ella misma, vestida de Sol, con una corona de doce estrellas, grita con tormento por los no nacidos por el aborto. 
En palabras del P. Rafael Pinto, “vivimos una situación de pecado social que nos imposibilita la fecundidad. Estamos inmersos en una cultura de la muerte, que nos hace no ver ni reaccionar para frenar la realización de tantos miles y miles de abortos como cada año conducen a niños inocentes a la muerte sin piedad, privándoles del primero y más fundamental de los derechos, el derecho a la vida. ¿Cómo es que, ante esta situación venga la Madre de Nuestro Señor a nosotros? Pues precisamente para mostrarnos la respuesta, la única vía de salvación: su Hijo. ...Despierta y fortalece en cada uno de nosotros, Madre, el amor a la vida y la defensa de la familia...”
Esta lucha por la vida es sin cuartel. El dragón sigue ahí, como dice el Apocalipsis, esperando para arrebatar al niño, imagen de Cristo. Pero ahora tenemos a la Reina con nosotros. La “Victoria Invencible”.
Como decía mi amiga Caruca en su bienvenida, “al contemplar tu rostro, siento en mi corazón que me dices: 'No temas, hija mía. No tengas miedo. Estaré siempre a tu lado todos los días de tu vida' ¡Gracias Señora de Jasna Gora por tu presencia entre nosotros, por venir a darnos ánimos y a confirmarnos en la defensa de la Vida!”


Pedro Antonio Mejías Rguez.,
Delegado de Hazteoír-Derecho A Vivir
(Plataforma ABORTO CERO San Fernando)