martes, 4 de junio de 2013

Un concepto renovado de pastoral

1. Un concepto renovado de pastoral
            “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10,10) dice el Buen Pastor. Así se establece exactamente cuál es el núcleo de la pastoral: la vida en abundancia.
            Poner la plenitud de vida como objetivo de la pastoral es clave para determinar la naturaleza de la misma y, en consecuencia, su desarrollo. Cada hombre y mujer buscarán de modo específico su propia plenitud de vida. La pastoral no queda como algo exclusivo de los pastores, sino como el modo en que el fiel escucha la voz del pastor para invitarle a “una vida plena”.
            El que podríamos considerar “nuevo” modelo pastoral, no se fundamenta directamente en un concepto de “praxis”, acciones programadas. Las acciones pastorales, aunque importantes, no son lo esencial: el criterio principal no es su eficacia exterior, sino la misma “vida cristiana”. Hablamos, pues, de un “nuevo concepto de acción que no es extrínseco a la persona, sino que su efecto esencial es la realización del ser cristiano”, un avance en su madurez integral y progreso hacia la santidad, dentro del seno de la Iglesia.

            Se recupera como valor fundamental de la pastoral el aspecto vocacional, toda la acción de la Iglesia debe conducir a que cada persona responda a la vocación de Dios. Así, el hilo conductor de esta pastoral será la vocación al amor.
Fuente: La Preparación al Matrimonio y a la Vida Familiar (Diócesis de Málaga y Diócesis de Córdoba)