Primer sábado de junio recién terminado el mes
dedicado especialmente a la Virgen, las familias de peregrinos del Camino de
Santiago nos dimos cita en el Santuario de Nuestra Señora de la Luz, en Tarifa.
De la mano del párroco de Tarifa, D. Pedro Durán asistimos a la Consagración del Camino de Santiago que
un nutrido grupo de familias realizará del 7 al 16 de agosto. De esta manera le encomendamos a Ella los frutos que sin duda recibiremos durante esos días inolvidables.
También implica la seguridad de que la
Virgen Inmaculada nos acompañará en nuestro recorrido y de ella
aprenderemos esas actitudes y virtudes que la adornan. Ella es Madre nuestra.
Cuando la Virgen decide visitar a su prima Santa Isabel se estrena como Madre
de los hombres. Cuando Isabel, al recibir a María en su casa, siente que en su
seno salta de alegría San Juan Bautista, se produce la primera comunicación del
Espíritu Santo a un alma. Por eso le invocamos diciendo: “Ven Espíritu Santo,
por María”. Efectivamente con la compañía de la Virgen tenemos la seguridad de
que nuestro Camino de Santiago va a
estar visitado por el Espíritu Santo regalando sus siete dones.
La Visitación de María, como el Camino de Santiago, tiene un recorrido y
una llegada. Fue un acontecimiento que
llenó de alegría la casa de Isabel y que preparó en un espacio de tiempo al
“mayor de los santos”. Por eso, también para nosotros, desde ahora y hasta
nuestro Camino de Santiago puede ser también unas semanas de preparación para esa revolución de alegría y de gracias que
vamos a recibir. Puede ser nuestra visitación con María y un medio para
nuestra propia santificación.
Durante estas semanas previas al Camino
de Santiago y en medio de nuestro ajetreo diario, podemos dejarnos preparar
por Ella para ser nuevos Precursores.
Qué ella consiga que seamos testimonio de la presencia del amor de Dios en el
mundo, para dar a conocer a Cristo a todos los que nos rodean, para decirle a todos “que vengan a la fuente de
la vida, que hay una historia escondida dentro de este corazón. Decidles
que hay esperanza, que todo tiene un sentido. Que Jesucristo está vivo,
decidles que existe Dios.”
La Virgen al no permanecer encerrada en Nazaret nos enseña a estar “en salida” (como dice el Papa
Francisco) para llevar a Cristo a tantas personas que, tal vez sin saberlo,
lo están esperando. Que la Virgen María, que concibió en su seno al Hijo de
Dios, haga posible que también en nosotros habite Cristo para llevarlo a los
demás, para que “tengan vida y la tengan
en abundancia”.
Podemos pedir al Señor la gracia de practicar el olvido continuo de uno mismo a imitación de María. Ella, todo
generosidad, se olvida de sí misma si emprende el camino para ayudar a su prima
Santa Isabel. A su llegada le ofrece lo mejor tiene, comparte la alegría de
estar habitada por Dios. Imitándola a Ella ofrezcamos lo mejor a los demás,
aunque nos quedemos con lo peor.
Estamos seguros que a pesar de su estado, a pesar de la dureza del camino, …
no salió ni una sola queja de los labios de María, ni una crítica de su corazón.
Imitándola a Ella también nosotros podemos prepararnos al Camino de Santiago o
a vivir la esencia de la Visitación, no
quejándonos nunca de nada a pesar de las dificultades, a pesar de los malos
momentos, a pesar de la enfermedad, … No quejarse nunca que también es no criticar a los demás a sus espaldas
(como ha dicho el Papa recientemente).
Estas actitudes aprendidas de la vida de María serán posibles si con
constancia somos conscientes de que sólo el Amor hace posible el olvido de uno
mismo, la generosidad para con los demás y la ausencia de crítica o queja. Sólo desde el Amor es posible un feliz
Camino ya sea de Santiago o a Ain Karem.
SI QUIERES VENIRTE AL
CAMINO DE SANTIAGO
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