Hemos recibido la noticia de la renuncia del Santo Padre Benedicto XVI como pastor supremo de la Iglesia. Ha hecho un comunicado simple y sentido que conocemos todos ya por los medios de comunicación. He de decir que todos lo hemos recibido consternados y con lágrimas en los ojos, sintiéndonos verdaderamente un tanto huérfanos; especialmente para mi mismo ha sido muy emotivo puesto que fue él quien me designó primero como obispo y después como obispo de Cádiz y Ceuta. Es una decisión humilde que le engrandece, es impagable el servicio que ha hecho a la Iglesia utilizando sus mismas palabras: "Con obras y palabras, sufriendo y rezando por todos".
Creo que en este momento todos debemos aceptar su decisión difícil y tremendamente responsable, propia de un hombre de Dios sumamente libre a quien sus fuerzas materiales ya no corresponden a su fortaleza espiritual verdaderamente fuerte y ejemplar que nos consuela.
Quiero invitaros a todos a orar en este momento de la Iglesia. Siguiendo las palabras de su último twitt: "Confiemos siempre en el poder de la Misericordia de Dios, todos somos pecadores pero su gracia renueva y transforma nuestra vida". Esas han sido sus palabras. Yo os invito a todos a rezar personal y comunitariamente, en primer lugar, para pedir al Espíritu Santo por toda la Iglesia, a dar gracias por este pontificado consolador y luminoso que nos ha regalado durante todos estos años; pidamos por la persona del Papa también; y pidamos para que la Iglesia en su momento elija a aquel que el Señor quiere para guiar los designios de su Pueblo en medio de la historia del mundo; y pidamos también por todos nosotros para que en este Año de la Fe seamos especialmente fieles testigos del Señor y deseosos de comunicar su Testimonio a todos los demás y evangelizar.
Dios te bendiga
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“La renuncia de Benedicto XVI demuestra cómo la Iglesia está al servicio de los hombres”Benedicto XVI renuncia como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica