miércoles, 3 de julio de 2013

UN VERANO EVANGELIZADOR

Un verano evangelizador

¡Cuánto he disfrutado en la Coronación de la Virgen de la Luz el pasado domingo 16 de junio en Tarifa! Una multitud se apiñaba alrededor de la Madre para expresarle su gratitud y amor y transformaba la fiesta en un verdadero testimonio de fe en medio de las calles. Y unido a estos festejos, el compromiso de la comunidad cristiana de hacer un gran gesto de caridad y una gran misión en julio. 

Durante una semana, matrimonios, jóvenes, niños y personas mayores -no sólo de Tarifa sino de varios lugares de la diócesis y de distintos movimientos y realidades eclesiales- se repartirán por el pueblo anunciando la belleza de la vida cuando uno deja que su familia, su diversión o su enfermedad sean tocadas por Cristo resucitado. Muchos turistas se sorprenderán durante la noche del sábado al ver jóvenes entablando con ellos una amena conversación acerca de Dios por las calles, en la playa, en las terrazas, e invitándoles a acercarse a la parroquia para presentarle al Señor sus peticiones y preguntas. La misma iglesia estará siempre abierta para acoger a quien se acerque. Y, además de ello, gymcanas, juegos y decenas de actividades para mayores y pequeños. En fin, todo un ejemplo de lo que puede ser un verano en nuestros pueblos, tan acogedores en sí mismos, y que los cristianos debemos aprovechar como tiempo de evangelización. 

La misma belleza de nuestras playas, campos y pueblos blancos, la historia de nuestras catedrales e iglesias, el cuidado de la liturgia dominical e incluso alguna actividad cultural que pudiese servir de “gancho” pueden ser una oportunidad inmejorable para añadir a las vacaciones de muchos el mayor de los descansos que es encontrarse con Cristo, pues como decía san Agustín: “Nos hiciste Señor para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti”. 

Queridos amigos, empeñémonos en darnos a los demás este verano y encontraremos nuestro auténtico descanso. 

Evangelicemos y el Señor sacudirá de nosotros la fatiga de nuestra vida transformándola en ilusión y servicio. Hagamos la prueba. Dios no defrauda. Que la Virgen de la Luz sea la Estrella de nuestra evangelización este verano.

+Rafael Zornoza Boy, obispo de Cádiz y Ceuta