Desde nuestro profundo dolor os comunicamos el fallecimiento de
nuestro compañero y amigo Maximiliano de la Vega, que entregó su vida al
servicio de la Iglesia en la Pastoral Familiar Diocesana y de forma especial en
el Movimiento Familiar Cristiano. Tras una larga enfermedad llevada con una
serenidad admirable y llena de esperanza, en la mañana de hoy domingo 26 de
abril (fiesta del Buen Pastor) ha entregado su alma al Señor.
El Señor ha hecho su obra en él y él se ha dejado hacer por el
Señor; por eso su aportación y su servicio ha llegado a infinidad familias durante
la entrega de toda una vida al servicio de Jesucristo y de su Iglesia.
Con Maxi y Pruden nacieron en nuestra Diócesis de Cádiz y Ceuta
los Cursillos Prematrimoniales, la Semanas de la Familia que el próximo mes de
noviembre será la 39 edición. Con ellos se desarrolló el Movimiento Familiar
Cristiano, asociación pública de la Iglesia, tanto a nivel diocesano como a
nivel nacional como Presidentes Nacionales primero con el P. Ignacio Egurza Elbusto
y después con el P. Juan Antonio Paredes Muñoz.
Con Maxi y Pruden al frente de la Pastoral Familiar Diocesana vieron
la luz también el Centro de Orientación
Familiar que tan buen servicio viene realizando durante tantos años.
Estas son algunas de las razones por las que el Papa Benedicto
XVI les concedió la medalla 'Pro
Ecclesia et Pontifice' como premio a la fidelidad y servicio a la iglesia.
Recordar a Maxi es recordar la Vida, una vida llena y plena, feliz y llena de experiencia de Dios vivida y compartida en comunidad. Recordar a Maxi es recordar la Vida porque es ya un ejemplo claro para nosotros, para nuestra vida. Recordar a Maxi es recordar la Vida porque acaba de vivir lo más importante de su vida, el encuentro definitivo con Dios.
Rogamos os unáis a
nosotros en las oraciones por su eterno descanso.
Delegación Episcopal para la Pastoral de la Familia y la Defensa
de la Vida