DIOCESIS DE CADIZ Y CEUTA.
Delegación Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida.
CATEQUESIS DE PREPARACIÓN AL MATRIMONIO Y A LA VIDA FAMILIA.
ORIENTACIONES PASTORALES.
INTRODUCCIÓN
El vigente Directorio de la Pastoral Familiar de la
Iglesia en España encomienda a las
Delegaciones Diocesanas de Pastoral Familiar “tener conocimiento de todos los cursos (prematrimoniales) que se realizan y supervisar la
coordinación de los mismos para que exista una coincidencia básica de
contenidos, se realicen con una pedagogía adecuada y se asegure la preparación
de quienes los dirigen” (n. 117).
En las últimas décadas, la Delegación Diocesana de
Pastoral Familiar ha venido desarrollando esta triple encomienda: facilitando
materiales catequéticos, y tratando de apoyar y coordinar la labor de los
catequistas. Los intensos y acelerados cambios que se vienen produciendo en
nuestro contexto socio-religioso hacen necesario que se revisen nuevamente los
objetivos, contenidos y metodología de los encuentros o catequesis de
preparación al matrimonio, para adaptarlos a las actuales características de
los novios y a las orientaciones pastorales de nuestros obispos. También se ve
necesario proveer a la formación permanente de los catequistas experimentados y
también a la preparación básica de los que se inician en este servicio
pastoral.
Para atender a todas estas
necesidades, la Delegación Diocesana para la Familia y la Defensa de la Vida,
por encargo de nuestro Obispo, ha elaborado estas orientaciones pastorales que,
en el futuro, deberán orientar a la Iglesia diocesana en el esfuerzo de organizar
e impartir las catequesis de preparación al matrimonio y a la vida de familia.
ÍNDICE DEL DOCUMENTO
I-
OBJETIVOS
II-
AGENTES DE PASTORAL FAMILIAR
III-
METODOLOGÍA
IV-
CONTENIDOS
V-
MODALIDADES DE CURSILLOS
VI-
RECURSOS Y MATERIALES
¿QUÉ PRETENDEMOS?
I.- OBJETIVOS
Según el Directorio de la Pastoral
Familiar de la Iglesia en España[1],
la catequesis pre-matrimonial debe estar claramente orientada a conseguir dos objetivos
básicos:
-
Facilitar a
los novios un conocimiento de las características del matrimonio cristiano,
como camino de santidad que Cristo abre a sus discípulos en medio de la Iglesia
y del mundo.
-
Asegurar en
los novios la adquisición de las disposiciones subjetivas necesarias para la
recepción válida y fructuosa del sacramento.
La consecución de estos objetivos
nos compromete en cuatro líneas de acción:
-
Facilitar el
encuentro de los novios con Jesucristo.
-
Promover su
conocimiento del matrimonio cristiano.
-
Ayudar a su integración
en la Iglesia.
-
Asegurar las
disposiciones necesarias para la validez del sacramento.
1º.- Facilitar el encuentro
de los novios con Jesucristo:
La catequesis de preparación al matrimonio y a la
vida de familia ha de concebirse, ante todo, como una acción evangelizadora que
debe facilitar a los novios un encuentro transformador con Jesucristo, a través
de su Iglesia. No se trata, en primer lugar o exclusivamente, de trasmitir la
doctrina cristiana sobre el matrimonio y la familia. Se trata, ante todo, de
propiciar un encuentro de los novios con Jesucristo, que pueda suscitar en
ellos la respuesta de la fe.
En muchos casos, la catequesis de preparación al
matrimonio dará la oportunidad de hacer un primer anuncio de Jesucristo. Por
eso, las catequesis prematrimoniales deben ser contempladas como una acción
pastoral de evangelización de alejados.
Esto nos exige:
o Anunciar a los novios que el inmenso amor de Dios
sobre cada persona, es la fuente de la verdadera felicidad.
o Posibilitar un encuentro de los novios con Cristo,
en la convicción de que sólo la experiencia de fe les permitirá descubrir la fuerza
que aporta Jesucristo a la vida de cada persona y del matrimonio.
2º.- Promover su formación
cristiana:
La catequesis de preparación al matrimonio también debe estar orientada a
ayudar a los novios a descubrir el “Evangelio de la Familia y de la Vida” y la
gracia del sacramento del matrimonio, despertando en aquellos las disposiciones
necesarias para recibirlo con fruto.
La aproximación a este segundo objetivo incluye:
o Facilitar a los novios el descubrimiento del Evangelio
de la Familia y de la Vida.
o Darles a conocer la riqueza de gracia del Sacramento
del Matrimonio, presentándolo como una realidad positiva, orientada a hacer
posible la felicidad del matrimonio y la familia.
o Instruirles sobre los compromisos básicos que asumen
los esposos cristianos: testimonio del amor de Dios a través de la unidad, fidelidad
e indisolubilidad; apertura a la vida; educación cristiana de los hijos…
3º.- Ayudar a su integración
en la Iglesia:
La catequesis de preparación al matrimonio y a la
vida de familia también debe invitar a los novios a participar más activamente,
como futuro matrimonio, en la vida de la Iglesia.
La aproximación a este tercer objetivo incluye:
o Facilitar a los novios el encuentro con una Iglesia
acogedora, y creadora de comunidad, en la cual la fe es vivida, celebrada y
testimoniada.
o Contribuir a la integración activa de los futuros
esposos en la comunidad cristiana, para que, en su seno, puedan continuar viviendo
y madurando su fe, y dando testimonio de la presencia amorosa de Dios en el
mundo.
4º.- Asegurar las
disposiciones necesarias para la validez del sacramento:
Las catequesis prematrimoniales deben, finalmente,
garantizar la validez de la recepción del sacramento.
Esto incluye:
o Favorecer en los novios la
adquisición de las disposiciones subjetivas necesarias para una recepción
válida y fructuosa del sacramento.
o Preparar a los novios para que puedan tomar parte
activa y consciente en los ritos de la liturgia nupcial.
La forma de acercarnos a estos objetivos dependerá
de las disposiciones personales de los novios. Cada equipo de catequistas
deberá adaptar el contenido y la metodología de los cursillos prematrimoniales
a la realidad de los destinatarios concretos. En el caso de novios con escasa o
nula formación de fe, y notoriamente alejados de la vida de la Iglesia, puede
que debamos conformaremos con la oportunidad de hacer un primer anuncio de
Jesucristo y del matrimonio cristiano, asegurando en los novios las
disposiciones necesarias para recibir válidamente del sacramento.
¿CÓMO CAPACITARNOS PARA ESTA MISIÓN?
II.- AGENTES
DE PASTORAL FAMILIAL
El logro de los
objetivos enunciados requiere la adecuada preparación de los agentes que imparten
las catequesis pre-matrimoniales:
1º.- Los catequistas prematrimoniales deben ser
verdaderos evangelizadores y no meros “adoctrinadores”. Han de ser hombres y
mujeres animados por una fe viva y por un ardiente espíritu apostólico.
Es necesario, pues, que la comunidad asuma la tarea
de formar matrimonios capaces de anunciar a Jesucristo, y su Evangelio de la Familia,
con verdadera convicción, y capaces, por tanto, de suscitar o avivar la fe de
los novios que se preparan al matrimonio.
Cada parroquia o, al menos, cada arciprestazgo o
localidad, debería contar con un equipo de matrimonios encargados de la
evangelización de los novios. Este equipo debería estar orientado y acompañado
por un sacerdote o diácono. Debe constituir una auténtica fraternidad
apostólica, en la que los diversos miembros se conocen, rezan juntos, se forman
juntos, conviven y se comprometen activamente en la tarea apostólica común. La
evangelización de los novios no puede ser cosa de agentes que trabajan aislados,
sino una labor de comunidad.
2º.- Dada la dificultad de su misión, los
catequistas pre-matrimoniales deben ser muy conscientes de la primacía de la
gracia respecto a sus propias capacidades, actitudes y nivel de formación. Esto
significa que la relación viva con el Señor y la apertura a la acción del
Espíritu debe ser una prioridad en sus vidas de apóstoles. Los catequistas
prematrimoniales deben tomar conciencia de que su labor en la pastoral familiar
constituye un servicio a Jesucristo y a su Iglesia; una oportunidad para ejercer
como discípulos y apóstoles de Cristo; una oportunidad, en definitiva, para su
propia santificación.
3º.- Lo urgente y delicado de la catequesis
pre-matrimonial reclama que los catequistas adquieran una preparación
específica en lo que se refiere al conocimiento y trasmisión del Evangelio de
la familia. Para ello, la Delegación Diocesana para la Pastoral Familiar y
defensa de la vida, pondrá en marcha una Escuela de formación de agentes de
pastoral familiar, que les ofrezca los medios para una preparación básica, y
también para otra permanente. En cuanto sea posible, resultará de gran eficacia
la matriculación de los catequistas prematrimoniales en el Máster en Pastoral
Familiar.
¿CÓMO DESARROLLAR ESTA TAREA?
III.- METODOLOGÍA
La metodología empleada en las
catequesis prematrimoniales debe responder a la naturaleza de los objetivos
planteados. No se trata sólo de exponer una serie de contenidos sobre la
vivencia cristiana del matrimonio, sino, sobre todo, de favorecer una
experiencia transformante de encuentro con Jesucristo, con su Iglesia y con el
Evangelio de la Familia y la Vida.
En consecuencia, la metodología
debe estar orientada a conseguir que Jesucristo sea el protagonista real y
palpable en toda la Catequesis prematrimonial. Sólo Él puede transformar a los
novios, y consagrarlos para su misión de esposos y padres… Por eso, todo en los
cursillos –el trabajo de los catequistas, la metodología empleada, los materiales,
las actividades…- tiene que conducir a Cristo. Para ello es necesario
establecer una metodología que ponga a los novios en contacto con Jesucristo,
con su Iglesia y con el Evangelio de la Familia y la Vida. Ayudados por la
experiencia de los cursillos, los novios deben acceder a la posibilidad de descubrir
a Cristo como Aquél que puede dará pleno sentido a su vida personal, familiar y
comunitaria. Esto supone que, más que limitarnos a transmitir unos
conocimientos, debemos esforzarnos en transmitir una experiencia de vida de fe,
que haga posible que Cristo sea aceptado como centro de la vida, del matrimonio
y de la familia de los novios.
Algunas orientaciones
metodológicas concretas:
1º.- La acogida de los novios que
se acercan a la parroquia a solicitar el sacramento del matrimonio reviste una
importancia fundamental. A este respecto, el Directorio de la Pastoral Familiar de la Iglesia en España dice: “Lo primero que se ha de cuidar es la
recepción de los novios cuando solicitan información de los requisitos que pide
la Iglesia para el matrimonio. Por encima de todos los requisitos jurídicos es
un momento de encuentro con la Iglesia y de abrirles un camino en el que se les
acompañará en todo momento. Para facilitar este encuentro, se puede contar con
matrimonios de acogida que realicen esta función” (n. 116). Por
consiguiente, debemos procurar que cada parroquia cuente, al menos, con un matrimonio
adecuadamente preparado, que complete la acogida de los novios realizada por el
párroco en el despacho parroquial, informándoles más detalladamente sobre las
catequesis prematrimoniales, ofreciéndoles las diversas posibilidades de
preparación, y derivándoles a los catequistas que los imparten.
2º.- Las catequesis
pre-matrimoniales deberían realizarse, preferentemente, en las mismas parroquias
del domicilio de los novios, con presencia y participación activa de algunos
matrimonios de la comunidad y del párroco. Éste sería el ideal a conseguir. Donde
esto no sea posible todavía, las catequesis prematrimoniales se impartirán por
un equipo de matrimonios y sacerdotes o diáconos pertenecientes a las parroquias
del mismo arciprestazgo o localidad.
3º.- La metodología de las
catequesis pre-matrimoniales debe ser activa, favoreciendo la participación personalizada de los novios. Para ello:
-
Es
conveniente que el grupo de novios no sea excesivamente numeroso, de modo que
sea posible un ambiente acogedor, que permita el contacto personal de los
matrimonios catequistas con cada pareja de novios, para que éstos sean
escuchados y puedan participar activamente. En consecuencia, se tendrá en
cuenta que un número elevado de novios exigirá necesariamente la participación
de un número suficiente de matrimonios catequistas.
-
Es muy
importante cuidar, desde el primer día, la acogida de las parejas de novios,
cuidando que este ambiente de cercanía y familiaridad se prolongue a lo largo
de todas las sesiones.
-
La
metodología empleada en las catequesis prematrimoniales debe hacer posible la
participación activa de los novios. Debemos huir de la tentación de abrumarles
con largas charlas o conferencias que no permitan más participación que la
formulación de unas preguntas finales. Cada sesión incluirá una exposición
breve del tema, un espacio amplio para que los novios puedan expresarse con libertad,
y un diálogo final donde los matrimonios catequistas puedan aportar su propia
experiencia creyente. Todo ello exige crear un clima de libertad y
comunicación, que permita a los novios expresar sus vivencias, inquietudes y
dudas; y que ofrezca a los matrimonios catequistas, la posibilidad de compartir
con naturalidad su experiencia personal de fe y de vida conyugal. El uso de las
nuevas tecnologías puede aportar una ayuda eficaz a la exposición de contenidos,
así como a la reflexión y el diálogo.
4º.- Es muy importante que las
sesiones incluyan también algún momento de oración, que favorezca el encuentro
con Jesucristo a través de la escucha de la Palabra de Dios. El cursillo prematrimonial
también podrá incluir alguna celebración como la bendición de los novios, la
entrega de la Palabra, o las celebraciones penitenciales y eucarísticas, según
las disposiciones concretas de los novios.
5º.- El equipo de catequistas, al completo, participará en
las sesiones del cursillo prematrimonial, sobre todo cuando concurran un número
elevado de parejas. Los grupos de diálogo no debieran exceder de 4 ó 5 parejas
de novios. También es importante contar con la presencia y disponibilidad de un
sacerdote.
6º.- Al finalizar las catequesis
pre-matrimoniales se invitará a los novios a una participación más activa en la
vida de la comunidad cristiana, de un modo concreto y adaptado a la nueva
residencia que van a tener. Con permiso de los novios, las parroquias donde se
haya celebrado el matrimonio comunicarán su celebración a la parroquia del
futuro domicilio de los contrayentes, para que puedan ser visitados y acogidos
por aquella comunidad parroquial.
¿CON QUÉ FORMATO?
V.- MODALIDADES
DE CURSILLOS
Por el bien de los futuros esposos, las catequesis prematrimoniales
no deben ser omitidas. A este respecto, el Directorio
de la Pastoral Familiar de la Iglesia en España establece que “la participación en el curso prematrimonial,
dada las circunstancias actuales, ha de considerarse como moralmente obligatoria
para los que se preparan al matrimonio. (…) Aunque su eventual omisión no
debe ser considerada como un impedimento para la celebración del matrimonio, no
se ha de dispensar fácilmente de ella” (n.121).
En caso de dispensa, no deberá faltar algún tipo de
encuentros con los contrayentes, en los que se traten los temas esenciales de
las catequesis pre-matrimoniales.
Todo ello significa que debemos disponer de diversos
formatos de catequesis prematrimoniales, adaptados a las circunstancias concretas
de los contrayentes. Se proponen dos modelos básicos:
1.- EXTENSIVO: LA “ESCUELA DE NOVIOS”.
-
Con
reuniones mensuales.
-
Impartiendo
un tema por sesión, con una duración de hora y media.
-
Puede
incluir la realización algún retiro espiritual, convivencia, etc.
2.- INTENSIVO: DIEZ SESIONES DE CATEQUESIS.
- Es el Directorio de la Pastoral
Familiar de la Iglesia en España quien indica: “La duración mínima de estas catequesis no debería ser inferior a diez
temas o sesiones” (n. 119).
- Dos formatos posibles:
- Dos semanas consecutivas, de lunes a viernes, con un tema por sesión.
- Dos fines de semana, consecutivos o alternos, distribuyendo los temas a
impartir.
Corresponde a cada equipo de
catequistas ofrecer los formatos más adecuados a las posibilidades de los
novios, respetando siempre de los objetivos, las indicaciones metodológicas y
los contenidos básicos propuestos.
¿QUÉ TEMAS TRATAR?
IV.- CONTENIDOS
En
cuanto al contenido de las catequesis prematrimoniales, el Directorio de la
Pastoral Familiar de la Iglesia en España, en su número 118, dice lo siguiente:
“De un modo progresivo se les ha de
presentar (a los novios) los contenidos de la realidad humana y cristiana del
amor conyugal. Así:
- Amor y
persona, con temas como: el significado de ser persona y de la vida
conyugal; la vocación al amor, el amor conyugal y sus notas esenciales; la
convivencia matrimonial y familiar con sus tareas y sus implicaciones
jurídicas.
- Anuncio
del misterio de Cristo y de la Iglesia que están presentes en su
matrimonio, con temas como: el descubrimiento de Jesucristo, como el que
da sentido a la vida de la persona y a la vida matrimonial; la belleza y
bondad del plan de Dios sobre el matrimonio y la familia; la dimensión
eclesial y la sacramentalidad del matrimonio.
- Vida y
espiritualidad de la familia, con temas como: los significados propios de
la sexualidad humana; la fecundidad del amor esponsal y paternidad
responsable; la familia, pequeña iglesia, y su misión; espiritualidad
familiar para insistir en los elementos de la vida cristiana, así como la
oración y los sacramentos en los que se inserta el sacramento del
matrimonio”.
TEMAS EN LOS QUE SE DISTRIBUIRÁ EL
CONTENIDO
AMOR Y PERSONA:
1-
Ser persona y vida conyugal: Psicología del hombre
y de la mujer.
2-
La vocación al amor.
3-
El amor conyugal y sus notas esenciales. La
comunicación y el diálogo.
4-
La convivencia matrimonial y familiar con sus tareas
e implicaciones. Organización de la vida familia, prevención y gestión de
crisis, educación de los hijos.
ANUNCIO DEL MISTERIO DE CRISTO Y DE LA IGLESIA:
5-
Descubrimiento de Jesucristo, como quien da sentido
a la vida de la persona y del matrimonio.
6-
La belleza y bondad del plan de Dios sobre el
matrimonio y la familia.
7-
La dimensión eclesial y la sacramentalidad del
matrimonio. La ceremonia de la boda y su preparación.
VIDA Y ESPIRITUALIDAD DE LA FAMILIA:
8-
Los significados propios de la sexualidad humana.
La fecundidad del amor conyugal y paternidad responsable.
9-
Familia, pequeña iglesia y su misión.
10-
La
espiritualidad familiar para insistir en los elementos de la vida cristiana
como la oración, los sacramentos
(especialmente Penitencia y Eucaristía) e inserción en la vida
comunitaria.
¿QUE AYUDA SE OFRECE?
VI.- RECURSOS
Y MATERIALES
La Delegación
Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida facilitará a los distintos
equipos de catequistas los siguientes subsidios y ayudas:
1.- MATERIAL BÁSICO DE LA DIÓCESIS DE CÁDIZ Y CEUTA.
Diez temas con los siguientes apartados:
1-
Introducción:
Exposición de la motivación y los objetivos de cada tema.
2-
Contenido:
a.
Breve
exposición del tema, no más de dos páginas.
b.
Referencias
bibliográfica para ampliar el tema.
c.
Cuestionario
para facilitar la reflexión y el diálogo.
3-
Recursos:
a.
Sugerencias
para el empleo de nuevas tecnologías.
b.
Materiales
de apoyo.
4-
Indicaciones
metodológicas para el desarrollo de la sesión.
2.- OTROS MATERIALES DE CONSULTA.
-
Subsidios
catequéticos de otras diócesis y movimientos.
-
Páginas
disponibles en internet.
3.- CAUCES PARA LA FORMACIÓN PERMANENTE DE LOS AGENTES DE
PASTORAL FAMILIAR.
3.1.- MÁSTER EN PASTORAL FAMILIAR.
3.2.- JORNADAS NACIONALES Y DIOCESANAS DE FORMACIÓN.
3.1.- ENCUENTROS DIOCESANOS DE FORMACIÓN,
COMUNICACIÓN Y REVISIÓN.
[1]
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Directorio
de la Pastoral Familiar de la Iglesia en España, n. 117.