viernes, 25 de octubre de 2013

La familia es hoy la encrucijada de todas las fragilidades humanas

La familia es hoy la encrucijada
de todas las fragilidades humanas

Se está celebrando en Roma la Plenaria del Pontificio Consejo para la Familia
La Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para la Familia comenzó el miércoles 23 de octubre, a las 8 de la mañana, con una solemne Eucaristía celebrada en la Basílica de San Pedro y presidida por el arzobispo de Sydney, cardenal George Pell. posteriormente los participantes se desplazaron a la Domus Pacis, donde se desarrollaron los trabajos de la Asamblea.

El presidente del Pontificio Consejo, monseñor Vincenzo Paglia, inauguró los trabajos de la Plenaria, a las 10h, con una conferencia titulada "Visiones, desafíos, perspectivas y programa de trabajo del Pontificio Consejo para la Familia". Mons. Paglia empezó su conferencia refiriéndose a la "situación paradójica" en que vive la familia actualmente, puesto que por un lado «se atribuye un gran valor a los vínculos familiares" y por otro "la familia se ha convertido en la encrucijada de todas las fragilidades». «Nos encontramos ante un cambio antropológico que puede conducir a la destrucción de la familia», la "individualización" de la sociedad, el cual lleva, por ejemplo, a preferir la cohabitación al matrimonio.

El Presidente del Dicasterio exhortó a que la familia vuelva a estar en el centro del interés de la política, de la cultura y de la economía. Recordó que el objetivo del Papa Francisco al convocar el sínodo extraordinario para la familia va en este sentido. «La Iglesia -siguió diciendo tiene el deber de comunicar la buena noticia de la familia», que a pesar de los ataques es "indestructible", pues está basada en la naturaleza humana. Por último, destacó la necesidad de replantearse la pastoral matrimonial y familiar para poder responder a las exigencias «del hombre contemporáneo globalizado». En este sentido, destacó la situación de los divorciados vueltos a casar y la complejidad de los procesos de nulidad matrimonial.

Después de un fructífero diálogo, intervino el subsecretario del Dicasterio, Monseñor Carlos Simón Vázquez, presentando el trabajo llevado a cabo desde la última Asamblea Plenaria, hace dos años. Comenzó destacando la importancia y urgencia del testimonio de familias unidas en Cristo, en un contexto como el actual, donde el valor e incluso el concepto mismo de la familia está cada vez más diluido y minusvalorado.

Mons. Simón Vázquez expuso que durante los dos últimos años el Pontificio Consejo ha trabajado por mostrar a la familia como sujeto y a la vez como recurso para la Iglesia y para la sociedad. «La familia – afirmó – debe volver a ser el centro del pensamiento, de la cultura, de la política, de la economía y del derecho». Para ello, el Dicasterio ha trabajado en estos años en promover y reflexionar sobre la Carta de los Derechos de la familia, con motivo de su trigésimo aniversario. Uno de los eventos del año ha sido el Congreso de los Juristas Católicos, que ha insistido en promover a la familia como «sujeto de derechos sociales».


Por la tarde tuvo lugar el trabajo en los grupos lingüísticos y la posterior puesta en común de lo que en cada uno de ellos se había debatido. La jornada terminó con el rezo de las Vísperas.