viernes, 4 de abril de 2014

TESTIMONIO DE LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES - MARIA TERESA ROSETY (CRIUCA)

Segundo año que el Señor me invita a Ejercicios Espirituales. Y ¡bien sabe El que me hacían falta!. El año pasado los ejercicios fueron como una palmada, un chasquido para hacerme salir de la modorra espiritual. El Señor sabía que iba a necesitar de su fuerza y su compañía. El sabía lo importante que iba a ser para mí, en ese momento de mi vida, retomar la intimidad con él, de una forma disciplinada, constante y profunda.

Este año, después de acontecimientos tristes y un cambio radical en mi “agenda”, fui a los Ejercicios con la ilusión de escucharle, de que Él me contara cosas, y yo ponerme a su disposición, con el eterno “Qué quieres Señor de mí. Habla, Señor que tu siervo escucha”.

Y ¿Me habló el Señor?, pues ¡Claro!. ¡Si me había invitado a ir justo para eso!. Me habló a través de los textos, a través del P. Carlos, a través de la naturaleza, a través de mis compañeros…. Me dijo muchas, muchas cosas, y me ilumino un poquito el camino de mi vida.

Desde que llegué a Regla mi principal sentimiento fue (y sigue siendo) de agradecimiento: a los organizadores, al Director Espiritual, a esos matrimonios jóvenes con esa cantidad de críos (¡qué alegría me dan siempre los niños!). …Y a Dios, que tan bien organiza mi  vida, que siempre sabe lo que me hace falta, y siempre cuenta conmigo. ¡Y yo con su Gracia!

¡DeColores!

María Teresa (Criuca)