S.A.I.
Catedral de Cádiz
Delegación Episcopal de Pastoral
Familiar
Clausura
de la
XXXV
Semana de la Familia
“La verdad del amor humano”
XXIII Domingo del Tiempo
Ordinario
17 de Noviembre de 2013
PROFESIÓN DE FE EN FAMILIA
Finalizada
la Homilía, estando todos de pie, el celebrante introduce
la Profesión de fe con estas palabras u otras semejantes:
Hace un año, al comienzo del Año de la fe, se nos
entregó el texto del Símbolo de la Fe. Hoy proclamamos solemnemente el Credo en
familia.
Con nuestros hijos, recordando el bautismo como inicio del camino de nuestra fe y la misión de todo cristiano de testimoniarla, queremos profesar solemnemente en la Iglesia, comunidad de creyentes, nuestra adhesión al Padre que nos ama; en el Hijo que nos libera; y en el Espíritu Santo que anima nuestra vida en la Iglesia y en el mundo.
Con nuestros hijos, recordando el bautismo como inicio del camino de nuestra fe y la misión de todo cristiano de testimoniarla, queremos profesar solemnemente en la Iglesia, comunidad de creyentes, nuestra adhesión al Padre que nos ama; en el Hijo que nos libera; y en el Espíritu Santo que anima nuestra vida en la Iglesia y en el mundo.
El celebrante hace la
introducción a los artículos de la fe, y uno va diciendo el texto en voz alta
(un padre, una madres, un abuelo, una abuela, un hijo, una hija). La asamblea
responde junta al unísono
CREEMOS
EN DIOS.- Creemos que Dios es único, absolutamente uno. Es el
“el que es”, El es “amor”. Aquel que ha querido darse a conocer a nosotros
revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo de cuya vida eterna estamos
llamados por gracia a participar, aquí abajo en la oscuridad de la fe y más
allá de la muerte en la luz eterna.
R/ Señor yo creo (3), pero aumenta mi fe
CREEMOS
EN JESUCRISTO.- Creemos en nuestro Señor Jesucristo, que es el Hijo de
Dios. El es el Verbo eternal, nacido del Padre antes de todos los siglos por
quien todo ha sido hecho. Se encarnó por obra del Espíritu Santo en el seno de
la Virgen María y se hizo hombre: igual, por tanto, al Padre, según la
divinidad e inferior al Padre, según la humanidad.
CREEMOS
EN EL ESPÍRITU SANTO.- Creemos en el Espíritu Santo, que es Señor y da la
vida, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria. El nos ha
hablado por los profetas y ha sido enviado a nosotros por Cristo después de su
Resurrección y su Ascensión al Padre. Él ilumina, vivifica, protege y guía la
Iglesia, purificando sus miembros. Su acción, que penetra hasta lo más íntimo
del alma, tiene el poder de hacer al hombre capaz de corresponder a la llamada
de Jesús: «Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto».
CREEMOS
EN LA IGLESIA.- Creemos en la Iglesia, que es Una, Santa, Católica y
Apostólica, edificada por Jesucristo sobre la piedra que es Pedro y fundada
sobre los apóstoles. Ella es el Cuerpo Místico de Cristo, Iglesia terrestre, pueblo
de Dios peregrino, Iglesia colmada de bienes celestiales. Creemos, así mismo,
todo lo que está contenido en la Palabra de Dios escrita o transmitida y que la
Iglesia propone para creer, como divinamente revelado por el magisterio
ordinario y universal.
CREEMOS
EN EL PERDÓN DE LOS PECADOS.- Creemos que Nuestro Señor Jesucristo, por el
Sacrificio de la Cruz nos rescató del pecado original y de todos los pecados
personales cometidos por cada uno de nosotros, de modo que, según afirma el
Apóstol, adonde había abundado el pecado, sobreabundó la gracia. Creemos en un
solo Bautismo, instituido por Nuestro Señor Jesucristo para el perdón de los
pecados.
CREEMOS
EN LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS Y EN LA VIDA ETERNA.- Creemos que
la multitud de aquellos que se encuentran reunidos en torno a Jesús y a María
en el Paraíso forman la Iglesia del Cielo donde, en eterna bienaventuranza, ven
a Dios tal como es en la gloria y que interceden por nosotros ayudándonos en
nuestra flaqueza mediante su solicitud fraternal.
ORACIÓN UNIVERSAL:
Terminada
la profesión de fe, el celebrante introduce la Oración Universal.
Dios Padre
escucha siempre la voz de los pobres que humildemente se dirigen a Él: con fe
elevemos nuestra plegaria.
Oremos
diciendo: Cuida, Señor, a tu familia
1. El Señor colme de gracia a
la Iglesia para que cada bautizado crezca en santidad; los obispos y sacerdotes
sean conformes a Jesús, Buen Pastor; los consagrados extiendan el buen perfume
de Cristo.
2. El Señor ilumine a los
gobernantes con su Espíritu para que cada hogar tenga las condiciones dignas
para vivir; las familias gocen de la serenidad de un trabajo estable y seguro;
los pobres, los que sufren y las personas débiles reciban ayuda y esperanza
3. El Señor infunda su Espíritu
de fortaleza y de : los cristianos ofendidos, los encarcelados y maltratados
encuentren consuelo; los perseguidores y los violentos se conviertan; y en
todos los pueblos se garantice la libertad religiosa
4. El Señor aumente en todos la
capacidad de amar: los esposos vivan con alegría su mutua entrega; los hijos
crezcan en sabiduría y gracia; los ancianos den testimonio evangélico de su fe.
5. El Señor provea obreros para
su mies: los niños adquieran el arte de darse a los demás; los jóvenes no
tengan miedo de una entrega radical; los padres no impidan a sus hijos
entregarse totalmente al Señor
Celebrante:
Oh
Dios, Padre bueno y providente,
llegue
nuestra súplica a ti
y
descienda sobre nosotros
tu
misericordia y tu bendición.
Por
Cristo nuestro Señor
Oficio de las celebraciones
litúrgicas