PROFESIÓN DE FE EN FAMILIA
En la clausura del Año de la Fé
Hace un año, al comienzo del Año de la fe, se nos
entregó el texto del Símbolo de la Fe. Hoy proclamamos solemnemente el Credo en
familia. Con nuestros hijos, recordando el bautismo como inicio del camino de
nuestra fe y la misión de todo cristiano de testimoniarla, queremos profesar
solemnemente en la Iglesia, comunidad de creyentes, nuestra adhesión al Padre
que nos ama; en el Hijo que nos libera;
y en el Espíritu Santo que anima nuestra vida en la Iglesia y en el mundo.
CREEMOS
EN DIOS.- Creemos que Dios es único, absolutamente uno. Es el
“el que es”, El es “amor”. Aquel que ha querido darse a conocer a nosotros
revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo de cuya vida eterna estamos
llamados por gracia a participar, aquí abajo en la oscuridad de la fe y más
allá de la muerte en la luz eterna.
R/ Señor yo creo (3), pero aumenta mi fe
CREEMOS
EN JESUCRISTO.- Creemos en nuestro Señor Jesucristo, que es el Hijo de
Dios. El es el Verbo eternal, nacido del Padre antes de todos los siglos por
quien todo ha sido hecho. Se encarnó por obra del Espíritu Santo en el seno de
la Virgen María y se hizo hombre: igual, por tanto, al Padre, según la
divinidad e inferior al Padre, según la humanidad.
CREEMOS
EN EL ESPÍRITU SANTO.- Creemos en el Espíritu Santo, que es Señor y da la
vida, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria. El nos ha
hablado por los profetas y ha sido enviado a nosotros por Cristo después de su
Resurrección y su Ascensión al Padre. Él ilumina, vivifica, protege y guía la
Iglesia, purificando sus miembros. Su acción, que penetra hasta lo más íntimo
del alma, tiene el poder de hacer al hombre capaz de corresponder a la llamada
de Jesús: «Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto».
CREEMOS
EN LA IGLESIA.- Creemos en la Iglesia, que es Una, Santa, Católica y
Apostólica, edificada por Jesucristo sobre la piedra que es Pedro y fundada
sobre los apóstoles. Ella es el Cuerpo Místico de Cristo, Iglesia terrestre, pueblo
de Dios peregrino, Iglesia colmada de bienes celestiales. Creemos, así mismo,
todo lo que está contenido en la Palabra de Dios escrita o transmitida y que la
Iglesia propone para creer, como divinamente revelado por el magisterio
ordinario y universal.
CREEMOS
EN EL PERDÓN DE LOS PECADOS.- Creemos que Nuestro Señor Jesucristo, por el
Sacrificio de la Cruz nos rescató del pecado original y de todos los pecados
personales cometidos por cada uno de nosotros, de modo que, según afirma el
Apóstol, adonde había abundado el pecado, sobreabundó la gracia. Creemos en un
solo Bautismo, instituido por Nuestro Señor Jesucristo para el perdón de los
pecados.
CREEMOS
EN LA COMUNIÓN DE LOS SANTOS Y EN LA VIDA ETERNA.- Creemos que
la multitud de aquellos que se encuentran reunidos en torno a Jesús y a María
en el Paraíso forman la Iglesia del Cielo donde, en eterna bienaventuranza, ven
a Dios tal como es en la gloria y que interceden por nosotros ayudándonos en
nuestra flaqueza mediante su solicitud fraternal.