miércoles, 3 de septiembre de 2014

CAMINO DE SANTIAGO: TERRITORIO DEL ESPÍRITU (Begoña Bazal)

El momento que más valoro del Camino de Santiago es, naturalmente, cuando ¡por fin! llegué a Santiago, a la tumba del Apóstol. Allí llegué buscando indulgencia para unos seres queridos y tengo Fé en que Dios me la ha concedido. 
Fue algo muy grande poder honrar, como tantos peregrinos antes que yo, a Dios y a su apóstol, nuestro padre en la Fé, y pedir bajo su intercesión por tantas y tantas intenciones. Fue una gran suerte poder llegar a Santiago siguiendo la tradición, vivir esa experiencia única. ...Y a partir de ahora ya sólo en avión y hotel jajaja.

Haciendo el Camino de Santiago he sentido el privilegio de transitar por caminos preciosos y antiquísimos que aún se conservan intactos, yo diría que milagrosamente, a pesar de la industrialización y los excesos urbanísticos del mundo actual. De este modo he podido contemplar la belleza de la Creación y aprender de ella, de ese paisaje que educa, que "es pedagogo", como observó nuestra Generación del 14. 
Poder vivir el arte románico rural en su forma más auténtica, o sea haciendo el Camino de Santiago, ha sido otra de las grandes experiencias del Camino. Ha sido una suerte poder entrar a rezar en cada pequeña iglesia o ermita y experimentar la atmósfera sagrada que sólo puede dar la presencia de Jesús Sacramentado y la pátina del tiempo de estos bellos y sencillos edificios.
Recuerdo especialmente la Capilla del Ciprés en Samos, donde se aprecia la belleza de la unión entre arquitectura y naturaleza y sobre todo la unión tan íntima entre Dios y sus criaturas, pues este ciprés ha estado creciendo junto a la ermita desde su construcción en el siglo X.

Recuerdo también la Misa en la espléndida iglesia de Portomarín; las canciones de Rocío, que casi parecían "de trovador", armonizaban de maravilla con el recinto medieval y además ese día celebrábamos la fiesta de Santa Clara, así que era fácil imaginarse con nosotros a Santa Clara y San Francisco cantando jajaja.
También recuerdo cada bonito cruceiro del Camino (no hay muchos en esta ruta) que a mi me gustaba besar.
Me gustaba mucho leer los graffitis en los túneles del Camino, en ellos expresaban sus sentimientos y pensamientos los peregrinos de hoy en día, tengo algunas fotos, son las únicas que saqué en todo el Camino, si queréis os las paso.
También me impresionó ver las cruces hechas de palos y enganchadas a las alambradas justo antes de llegar a Santiago. Me pareció otra manifestación artística de nuestro tiempo, muy fuerte e impactante, en ese momento y ahora mismo me hace recordar a nuestros hermanos de Irak.

El arte es el único lenguaje universal y además es un lenguaje que sobrevive al momento en que se "habló". El Camino conserva arte y a la vez inspira nuevo arte, creo que este campo debería tenerse mucho más en cuenta en la Nueva Evangelización.
 
En España la Iglesia tiene un patrimonio artístico inmenso y de altísimo nivel pero mi pregunta es: ¿se está empleando en adorar a Dios y, sobre todo, en mostrar a Dios? ¿quién está enseñando el Evangelio a través del arte al turista que entra en una iglesia con curiosidad? Y por otra parte: ¿se están promoviendo proyectos artísticos en el Camino de Santiago? ¿se busca financiar a artistas de prestigio interesados en trabajar en el Camino de Santiago usando los lenguajes de hoy en día? Espero que sí, seguro que sí.

Cambiando de asunto, sin la compañía de mis hermanos peregrinos de Cádiz y Ceuta yo simplemente no hubiera hecho el Camino, y posiblemente ya no lo hubiera hecho nunca. Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia todos vosotros, y a Dios por habernos "presentado". Además os agradezco lo generosamente que acogisteis a mi hija y lo feliz que se sintió y se siente por sus nuevos amigos y el apoyo de sus padres.
De la convivencia recuerdo sobre todo las risas al acostarnos y al levantarnos con el follón de las literas. Esos comentarios con las luces apagadas y que nos daban la risa floja eran lo mejor. Yo es que siempre me acostaba partida de la risa. Me acuerdo que en el seminario de Santiago a uno de los jóvenes le dio por meterse en nuestra habitación vestido de fantasma con una de esas sábanas de papel, él iba, volvía y hacia giros creyendo que todos estábamos dormidos y, claro, yo pensé: ¡no me duermo! Menudo espectáculo, ¡qué divertido!
Además en mi camino conocí a otros peregrinos que a pesar de las limitaciones de tiempo, lugar e idioma llevaré siempre en mi corazón: Sue de Corea, Lucía de Palencia, Nobuko de Japón...A lo largo de todo el Camino de Santiago, nunca me sentí sola pues, además de la compañía de los demás peregrinos, sentía muy hondo la compañía de la Virgen Peregrina. Bien es verdad que desde pequeña he veraneado en Galicia por lo que estoy muy familiarizada con las imágenes de la Virgen "haciendo el Camino de Santiago", acompañándonos a los peregrinos, como una peregrina más; es más, la he visto salir en procesión por las callejuelas, que es casi como verla caminar jajaja. Estas bellas imágenes (y volvemos a la importancia del arte, especialmente en estos tiempos de cultura casi exclusivamente visual) de alguna manera me acompañó durante toda mi peregrinación. 
Seria bonito que también tuviéramos nuestra imagen de la Virgen Peregrina en Madrid y que vosotros la tuvierais en Cádiz y Ceuta, en principio creo que no la tenemos.

Ahora que ha pasado casi un mes desde el Camino, tengo una visión algo diferente, o más bien "ampliada", de la experiencia. Tengo cada vez un mayor convencimiento de que el Camino de Santiago es algo así como "territorio del Espíritu", que "sopla donde quiere", y que por esto cualquiera que hace el Camino nota un algo especial: el Espíritu de Dios que te pone en el Camino, te alienta y ya no te deja. Pues "como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos".
Es el Espíritu quien quizás inspiró al coreano Namgoong Moon a escribir "La vita è bella", "La cigarra de invierno", "Seducción de amapolas" y "Camino del derecho y del revés", sus libros sobre el Camino en las diferentes estaciones que, tras convertirse en best-sellers, atraen a tantos coreanos al Camino de Santiago.
http://www.centroculturalcoreano.com/navigator.do?menuCode=201105230022&action=VIEW&seq=48280
Es el mismo Espíritu quien quizás inspirara también al norteamericano Emilio Estévez a rodar The Way que a su vez atrae a tantos de sus compatriotas a Santiago.
http://youtu.be/o5VZKWcgw6c
Una y otra vez el lenguaje universal del arte, que es lenguaje inspirado y libre, donde parece que el Espíritu Santo gusta de llevar su aliento.

También estoy comprobando que el Camino de Santiago es, efectivamente, una metáfora de la vida misma, como las parábolas que Jesús nos cuenta. Por eso, a mi regreso a casa, no he sentido una ruptura sino una natural continuidad con el Camino, y parece que así seguirá siendo...