Para iniciar las actividades del
nuevo curso, los días 20 y 21 de septiembre
tuvo lugar la Asamblea
Nacional del Movimiento Familiar
Cristiano en el Centro Fray Luis de León de Guadarrama (Madrid).
Asistieron los presidentes de las diócesis en que está
implantado este Movimiento, entre ellas la de Cádiz y Ceuta; así como los
responsables de los Servicios, convocados por el equipo de presidencia
nacional.
También estuvieron presente
los presidentes europeos, así como los presidentes mundiales, desplazados
desde Méjico, donde residen, que informaron de la organización y actividad
desplegada en distintos países. Destacaron la acogida a familiares de miembros de dicho movimiento familiar, que por distintas circunstancias, especialmente
por enfermedad, tienen que desplazarse
a lugares distintos de su país de
origen.
Se aprobaron los objetivos para
el presente curso y las actividades a desarrollar para poder hacer efectivo su
cumplimiento. Presentaron el libro con los temas para las reuniones de equipo,
titulado “Valores para la convivencia”.
Hubo un reconocimiento especial
para los anteriores presidentes nacionales Ramón y María Rosa, a los que les ha
concedido el Papa Francisco la Medalla “pro Eclesia et pontifice” en reconocimiento
por su servicio a la Iglesia en la diócesis de Toledo y en el propio
Movimiento.
D. Ginés García Beltrán, Obispo
de Guadix-Baza y Presidente de la Comisión de Medios de Comunicación Social de la CEE
impartió una conferencia muy interesante
y esclarecedora sobre el documento de trabajo para el Sínodo de la Familia, respondiendo
con claridad y acierto a las preguntas que le formularon.
Hubo tiempo para la oración con
el rezo de las horas y la celebración de
la Eucaristía dominical, que concelebraron los Consiliarios que asistieron a la
Asamblea.
Tras la comida de
confraternización, partimos todos hacia las diócesis de origen, llenos de
entusiasmo para poner en práctica las
iniciativas y orientaciones recogidas en la Asamblea y dar a conocer este
Movimiento familiarista que tanto ayuda a vivir la fe y la caridad dentro de la
familia y en las relaciones personales.